Un libro de relatos seguido de un poemario, de Javier Tenías. Libro descatalogado editado en 1998 del cual conservamos ejemplares en nuestro fondo.
Precio 7 euros (+ 5 de gastos de envío para España).
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Extracto:
Ahora estamos mejor
Mi
padre llegó un día a casa con una rata enorme, la traía sujetándola por el
rabo, cabeza abajo y viva. La rata no se movía pero sé que estaba viva porque
tenía los ojos abiertos, medía alrededor de un metro y medio y calculé que
pesaría unos noventa kilos. Tengo que decir que mi primera reacción al verla
(las uñas parecían navajas) fue asustarme y meterme rápidamente bajo la cama
con las manos cubriéndome la cabeza. Mis hermanos también se asustaron, pero
todos no cabíamos debajo de la cama, así que tuvimos que salir y enfrentarnos
al peligro. Menos mal que la rata era inofensiva, creo que incluso nos sonrió
cuando nos vio con las caras de susto. Mi padre nos dijo que seguramente
tendría más miedo ella que nosotros. Le preguntamos qué era y papá nos dijo que
era una especie rara y que quedaban pocas como ella, que se utilizaban en
algunos países como animales de compañía y que una vez que estaban bien
adiestrados podían llegar a realizar muchísimas funciones útiles. Todos nos
pusimos muy contentos pero entonces mi madre llegó a casa y nada más ver al animal
se puso a gritar como una loca y a decir que no quería bichos en su casa y que
lo echáramos inmediatamente (mi madre siempre gritaba y protestaba y mi papá le
decía que era lo que mejor sabía hacer). Pero mi padre dijo que no, que la
había traído él, que le había costado mucho dinero y que, además, era muy útil.
Nosotros dijimos que queríamos que se quedara porque no le teníamos miedo y
porque papá había dicho que iba a sernos muy útil. Pero mi madre seguía
gritando y se tiraba de los pelos y mi papá la levantó y se la cargó a la
espalda y la llevó muy lejos. Y así es como no hemos vuelto a ver a mi madre.
La rata es muy útil, mi papá tenía razón; hace la comida y nos rasca en la
espalda, nos baña y acuna a mis hermanos. Mi papá le dice cariño y qué presumida
eres, ratita mía.